La calefacción urbana a gran escala suele limitarse a las zonas urbanas. Las pequeñas plantas de calefacción descentralizadas son una opción para zonas residenciales o rurales. Si la calefacción urbana utiliza calor que de otro modo se perdería, la reducción de las emisiones de dioxinas es el resultado de un menor consumo de combustible. Con respecto a las emisiones de dioxinas, el potencial de reducción de la calefacción urbana es enorme. La sustitución de calderas domésticas convencionales por calefacción urbana da como resultado una enorme reducción de emisiones. La calefacción urbana también ofrece flexibilidad con la reducción de las facturas de calefacción en un 50 % y reduce las emisiones de carbono. Los sistemas de calefacción de distrito pueden complementarse con suministro eléctrico detrás del medidor para reducir aún más las emisiones y la electricidad para el propietario de la casa, utilizando también los desechos de las casas y los jardines.